sábado, 22 de abril de 2017

Boom

 Damián no estaba nada conforme con su nuevo trabajo. Como ex-militar, se sentía humillado por sus compañeros de oficina, quienes se burlaban por su actitud correcta e introvertida. Por desgracia, su rendimiento laboral no fue suficiente para el jefe, y este le pidió la renuncia para las próximas 24 horas.
 Al otro día, el desempleado se encargó de tomar todas sus pertenencias del área de administración, mientras que sus –ahora – ex-colegas entonaban cánticos crueles y burlescos. Damián terminó las tareas y se marchó a su casa, no sin antes instalar un explosivo que se activaría en cuanto alguien se sirviera agua del dispenser. 


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