sábado, 11 de agosto de 2018

Ella trajo un milagro

 Estefanía se sentía algo frustrada porque la zona a la que viajó - a fuerza de aventón - era mucho más árida de lo que esperaba. Se enteró, al poco tiempo, que una sequía fue la responsable de convertir las praderas verdes que había visto por internet, en llanuras casi desérticas.
 Con mucha dificultad, la joven logró que la gente de aquellos pueblos, que era muy temerosa de los desconocidos, contara interesantes detalles de su vida y del lugar. Pasó poco tiempo para que llegaran a apreciarla y para todos fue muy triste su partida, tres semanas después.
 Apenas volvió a su casa, Estefanía recibió el llamado de uno de los pobladores, quien le dijo que su visita fue el preludio de un verdadero milagro: había empezado a llover.