Existía un pueblo vasto pero condenado a la sequía y la miseria desde hacía al menos un siglo. El día en que un grupo de investigadores llegó para estudiar el monte más elevado de la zona, hubo mucha curiosidad por parte de los habitantes, desacostumbrados a recibir visitas tan numerosas.
Los profesionales, expertos en geología y arqueología, hicieron un descubrimiento brillante, ante los ojos expectantes de la gente de allí: mediante pinturas rupestres, revelaron que el pueblo había sido una enorme jungla, siete siglos atrás.